¿ESCLAVOS O CONSUMIDORES?

  A lo largo de la historia los avances tecnológicos han crecido en cantidad. Hoy en día, es casi imposible no necesitar o no utilizar algún aparato electrónico en el día a día. Algunos podrían considerar esta situación favorecedora para nuestras vidas, pero no son conscientes de que esta necesidad de utilizar aparatos electrónicos, únicamente nos está convirtiendo en sus esclavos.

  
  Los avances tecnológicos han progresado a lo largo del tiempo con el fin de mejorar la vida humana, y gracias a ellos son destacables grandes progresos así como en la medicina, en el transporte, en la seguridad, etc. A pesar de ello, no podemos olvidar que esta necesidad de utilizar aparatos electrónicos es cada vez más frecuente.

  
  Estas situaciones de adicción a los aparatos electrónicos son vistas en la mayoría de las personas, pero sobre todo en los adolescentes. ¿De dónde surge esta afiliación a la electrónica? ¿Del gusto por la modernización? En realidad, este problema ha surgido en gran parte por la necesidad de comunicación con el mundo, es decir, ese apremio por saber en todo momento que está ocurriendo y hacer saber a los demás que nos está ocurriendo en el día a día. En resumidas palabras, desprivatizar nuestras vidas.

  
  Todas estas nuevas redes sociales “Twitter”, “WhatsApp”, “Facebook”, “Instagram” y muchas más, son simples medios creados para publicar en ellos nuestras intimidades y nuestra vida. Al parecer, todas estas personas inconscientes de las terribles consecuencias que puede traer, publican al exterior, al mundo, su vida y todo aquello que ocurre en ella. Puede que mucha de esta información que se publica, no sea de gran importancia para la mayoría, y que generalmente a nadie le importará, pero a pesar de ello, sigue siendo publicado cada minuto y cada hecho ocurrido en la vida de cada persona.

  
  De una gran película aprendí, que a pesar de necesitar a las maquinas, y de que gracias a ellas podemos sobrevivir, nosotros somos aquellos quienes las controlan, y aquellos capaces de apagarlas en el momento que se nos sea gustoso, ya que nosotros las dominamos y no ellas a nosotros. A pesar de ello, esta situación le lleva a uno cuestionarse el verdadero significado de la palabra "dominio".